IV. Las Ciudades Lusitanas
Al concluir una de las acciones más significativas de las Guerras que Augusto sostuvo contra los cántabros y astures, el Princeps decidió fundar en el año 25 a.C. una colonia en tierra lusitana que recibió el nombre de Augusta Emerita, por el nombre del emperador y porque en ella se iba a asentar un buen número de veteranos deducidos de sus legiones. Su idea no era otra que la de centrar en esta nueva colonia toda la administración de un área geográfica que en su programa de reorganización del territorio hispano iba a convertirse en una nueva provincia.
Su emplazamiento, en el centro de las Vegas del Guadiana, determinó un cambio fundamental en el sistema de comunicaciones, con centro en la nueva colonia y como enlace entre las tierras del Sur y los ricos yacimientos metalíferos de Cáceres, la Beira, Salamanca y “Las Médulas”.
En el catálogo se puede saber más sobre este tema a través de lo artículo:
- “La ciudad: entre la tradición indígena y el modernismo romano. Reflexiones sobre una nueva experiencia para los lusitanos” de Thomas Schattner.
Pacto de Hospitalidad (tabula patronatus) Juromenha, Alandroal, Évora Año 31 d.C. 37,5 x 29 x 4 cm Museu Nacional de Arqueologia – Lisboa 2000.40.1 |